El neuromarketing es la aplicación práctica de los resultados basados en el estudio de la neurociencia orientado al entendimiento del comportamiento del consumidor y los procesos que subyacen a este como la percepción, atención, memoria, emoción, motivación y la toma de decisiones.  El objetivo de esta disciplina es conocer las preferencias de compra de los clientes y usuarios. De esta forma, las marcas pueden diseñar marcas y productos que satisfagan dichos gustos y deseos.

Esta parte científica del marketing, el mercadeo, la publicidad y la mercadotecnia se basa en la investigación de nuestra mente, mediante la respuesta del cerebro para identificar  la conducta y las decisiones de los clientes. Esto lo hacen mediante diversas técnicas (electroencefalogramas, resonancias magnéticas, magneto encefalografías, “eye-tracking”, conductancia eléctrica de la piel…) que miden las respuestas psico-fisiológicas ante determinados estímulos (marcas, productos, empaques, aromas, sabores) que nos llevan a elegir un producto y no otro.

El neuromarketing se base en el estudio especialmente de los mecanismos no dependientes del canal verbal del cliente, de los “drivers” profundos del shopper (llamado sistema 1) que son automáticos, intuitivos y ajenos a nuestra consciencia y de acuerdo a la investigación científica, determinan más del 90% de nuestras decisiones de consumo.  En consecuencia, cuanto más se comprenda el mecanismo de la toma de decisiones de los consumidores, mejores campañas publicitarias se podrán hacer y más dirigidas al sector buscado, garantizándose una alta probabilidad de éxito en la venta de los productos. 

Por esta razón, el neuromarketing se ha configurado como un elemento esencial, tanto para las grandes marcas como para las pymes, para desarrollar sus marcas, productos, empaques y publicidad en todos los ámbitos, incluyendo la fijación psicológica de los precios de los productos.